Parece que están bien hechos los domingos acá. Ya llevo 3 sobre el cuerpo y en todos la ciudad se llenó, casi tanto como en la semana. Todo el mundo sale a las calles a lo que venga, hay mil huevás para hacer; ferias en las calles, música, buena vista y matrimonios. Es la raja porque está lleno de matrimonios. ¿Qué gracia puede tener que esté lleno de matrimonios? Que acá le ponen un poco más de color y la novia llega en unos autos descarados. No llega en un taxi Nissan V-16 como en Chile. Rolls Royce, Mustang, Lamborghini, Ferrari, entre otros. Y no de a uno, de a dos. Una novia, un matrimonio, dos autos. No me pregunten por qué dos, pero dos.
Caminamos, nos perdimos, pero llegamos. El tal Albert Park es un parque con un lago justo en el medio, con una pista que recorre el perímetro del mismo. Entonces, la carrera es completamente dentro del parque. Claramente cierran todo rededor de la pista, pero fuera del cerco que ponen, hay más árboles y si te encaramas un poquito ves perfecto.
No fue despreciable el dolor de oreja que me quedó después de estar tan cerca de los autos, pero impresionante la vista. Los autos pasaban bastante rápido por una curva que estaba al frente mi árbol, así que más de una vez fui víctima del julepe. Eso, sumado con la buena vista que tenía cuando no pasaba ningún auto, hacía valer la pena el dolor y hasta una inflamación al oído medio.
Ayer fue el Domingo del conejo. Al parecer era cierto que no existía, porque no me llegó nada para acá. Ni un moco a base de cacao. Nada. Debe ser porque no actualicé mi dirección en su base de datos. Bueno, la cosa es que desde el viernes que estaba esperando que llegará hoy, porque por fin adquirí nuevamente un longboard. Como les contaba, está lleno de parques, lo que, sumado a todas las cuestas y caminos para bicicletas que hay, hacen que el longboard sea un medio de transporte preciso. Ya me había comprado una bicicleta la semana pasada, pero nunca pude completar la compra con la adquisición de un casco. Acá te pillan sin casco, y cascaste pa´ la casa con multa y sin bicicleta. Así que la compré y la estacioné. Y ahí está, estacionada.
Esta semana seguro cierro contrato con un casco para empezar a pedalear también, claro que si no lo hice cuando no tenía longboard, ahora lo veo un poco más difícil. Es duro para la bicicleta, ojalá no se entere de lo que voy a decir, pero perdió relevancia frente al longboard. Igual vamos a ver qué resulta.
Lo de la bicicleta, en. todo caso, fue buenísimo. Nuevamente, me refiero a la Señora para precisar que fue ella la que me dio el dato de un cementerio de bicicletas comunitario, al que tú vas y armas tu bicicleta pieza por pieza y luego te la llevas. Pagando, claro, pero poco. Me costó 40 dólares una bici bien promedio, pero que está bastante bien, porque al parecer había un cristiano que la había estado trabajando unas semanas antes y que, claramente, cooperó. Creo que yendo una vez más al cementerio y pegándole una pichicateada más, voy a venderla en bastante más que lo que me costó. Muahaha
Hoy cuando volví de donde fui comprar mi longboard me dirigí a un supermercado que está cerca de acá a comprar un par de víveres. Después de 3 días sin comer como la gente, necesitaba abastecerme de elementos nutricionales. Nadie me dijo, aunque creo que si me dijeron pero no entendí, que el viernes, sábado y domingo estaba todo cerrado. Así que durante esos días mi alimentación se redujo a unos panes de pascua con pasas que hacen para esta fecha y que me despertaron hoy en la mañana con huelga de hambre.
El tema es que cuando llegué me encontré con este artista local en la entrada del lugar haciendo su show. Me calló bien en gracia el viejo, así que le grabé un tema.
Actúa también mi longboard al principio del videoclip.
Se los dejo para cerrar.
Cheers,
Cazador
jajajajaja....tremendo artista!!
ReplyDeleteSaludos feña, está entrete tu blog!
vuelve a las pistas cazador!
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