Monday, April 5, 2010

Domingos


Parece que están bien hechos los domingos acá. Ya llevo 3 sobre el cuerpo y en todos la ciudad se llenó, casi tanto como en la semana. Todo el mundo sale a las calles a lo que venga, hay mil huevás para hacer; ferias en las calles, música, buena vista y matrimonios. Es la raja porque está lleno de matrimonios. ¿Qué gracia puede tener que esté lleno de matrimonios? Que acá le ponen un poco más de color y la novia llega en unos autos descarados. No llega en un taxi Nissan V-16 como en Chile. Rolls Royce, Mustang, Lamborghini, Ferrari, entre otros. Y no de a uno, de a dos. Una novia, un matrimonio, dos autos. No me pregunten por qué dos, pero dos.
Otra cosa buena que tienen son los parques. Acá mi asentamiento personal momentaneo está a 2 cuadras del Carlton Gardens, que es un parque gigante, en cuyo interior está el Melbourne Museum y otro edificio grande y simpaticón, pero cuyo nombre e importancia desconozco; al parecer sería propiedad de algún estamento gubernamental. En fin, el tema es que los parques en general, no sólo este, se llenan los Domingos. No tanto los sábados, pero igual. La gente lleva sus parrillas, sus perros, sus niños, sus pelotas, sus freesbees, libros, música, comida y cerveza, y se quedan tardes enteras echados en el pasto. Familias, grupos de amigos, de no tan amigos, en general de todo encontrai. Lo malo es que está prohibido jugar a la pelota, seguramente para evitar pelotazos indeseados a gente que no le interesa jugar a la pelota, pero igual jugamos. Y los pelotazos a los grupos del sexo femenino, no son sin querer… ¡¡¡Oh, I´m so sorry!!! Hello, my name is Fernando… En términos laborales, la semana pasada estuvo marcada por el fin de los pueblos recolectores y comenzó la era de la aislación de las casas que estamos construyendo. Nuevamente bastante repetitivo, pero con algo más de requerimientos de materia gris, porque no es huevá de llegar y aislar. ¡No, señor! Tiene su ciencia. El aislante son unos rectángulos de una espuma hecha de fibra de vidrio que viene en 3 colores distintos, dependiendo de qué sea lo que quieras aislar. Además, hay que cortarlos milimétricamente para embutirlos en la pared. A punta de What a fuck are you doing? aprendí lentamente cuando hay que poner cada uno de los colores. Lo malo de todo esto es que la huevá de aislante está hecha de una supertecnología que debe aislar como los dioses, pero deja un picor en la cara y los brazos que no es menor. Además, que si lo respiras, tus días están contados. Lo mismo con los ojos. Claro que para esto último sólo tengo un jockey de protección, no como para los pulmones, que te pasan una mascarilla. Pero todavía veo. Yo no tenía idea lo adictos que son los australianos para los deportes. Son re pocos para el tremendo país que tienen, pero todos los fines de semana se llenan los estadios de futbol, futbol australiano, rugby, cricket, netball (¿¿??), entre otros que no debo cachar todavía. Lo mismo con las tuercas. Tienen una Nascar australiana, carreras de motos y no se qué otra sarta de modos. Y tienen un tal Weber que es bueno y corre por no me acuerdo qué escudería en la fórmula 1. Es como el Salazar de nosotros, pero que está activo y tiene dedos para el piano. Yo la verdad no me acordaba que una fecha de la F1 era acá, nunca la seguí mucho, pero claramente tenía que ir a echar un ojo a la cuestión cuando caché el acontecimiento que era. La ciudad estaba vuelta loca con el evento. Así que ahí partí. Fue Marcello el que me dio la idea de escalar un árbol o subirme a una pandereta al ladito del Albert Park, que es donde se corre esta cuestión, para sapear la carrera. Después caché que, en verdad, es lógico que me hubiera dado el dato; es descendiente directo italiano. Tiene esa misma huevá que tenemos en Sudamérica de tratar de hacer huevo pato al sistema, de una u otra manera. Que me dijeron; partí no más. Partimos, en verdad; invité a la patota para pasar piola. A la chilena. El hueveo era monumental. Incluido los pasos de un Airbus 380 de Quantas ( ), que es el auspiciador de la huevá, escoltado por el símil australiano de los halcones del ejercito haciendo piruetas y tirando humo por encimita de la pista. Todo sobre miles de personas, en todos los colores y huevás de la Ferrari, Renault, Mercedes, Red Bull.
Caminamos, nos perdimos, pero llegamos. El tal Albert Park es un parque con un lago justo en el medio, con una pista que recorre el perímetro del mismo. Entonces, la carrera es completamente dentro del parque. Claramente cierran todo rededor de la pista, pero fuera del cerco que ponen, hay más árboles y si te encaramas un poquito ves perfecto. Así que ahí nos trepamos. Quedé a 10 metros de la pista, arriba de un árbol con una gran población de hormigas, pero como ya me picaba el cuerpo con la aislación, filo con las hormigas.

No fue despreciable el dolor de oreja que me quedó después de estar tan cerca de los autos, pero impresionante la vista. Los autos pasaban bastante rápido por una curva que estaba al frente mi árbol, así que más de una vez fui víctima del julepe. Eso, sumado con la buena vista que tenía cuando no pasaba ningún auto, hacía valer la pena el dolor y hasta una inflamación al oído medio.

Ayer fue el Domingo del conejo. Al parecer era cierto que no existía, porque no me llegó nada para acá. Ni un moco a base de cacao. Nada. Debe ser porque no actualicé mi dirección en su base de datos. Bueno, la cosa es que desde el viernes que estaba esperando que llegará hoy, porque por fin adquirí nuevamente un longboard. Como les contaba, está lleno de parques, lo que, sumado a todas las cuestas y caminos para bicicletas que hay, hacen que el longboard sea un medio de transporte preciso. Ya me había comprado una bicicleta la semana pasada, pero nunca pude completar la compra con la adquisición de un casco. Acá te pillan sin casco, y cascaste pa´ la casa con multa y sin bicicleta. Así que la compré y la estacioné. Y ahí está, estacionada.

Esta semana seguro cierro contrato con un casco para empezar a pedalear también, claro que si no lo hice cuando no tenía longboard, ahora lo veo un poco más difícil. Es duro para la bicicleta, ojalá no se entere de lo que voy a decir, pero perdió relevancia frente al longboard. Igual vamos a ver qué resulta.

Lo de la bicicleta, en. todo caso, fue buenísimo. Nuevamente, me refiero a la Señora para precisar que fue ella la que me dio el dato de un cementerio de bicicletas comunitario, al que tú vas y armas tu bicicleta pieza por pieza y luego te la llevas. Pagando, claro, pero poco. Me costó 40 dólares una bici bien promedio, pero que está bastante bien, porque al parecer había un cristiano que la había estado trabajando unas semanas antes y que, claramente, cooperó. Creo que yendo una vez más al cementerio y pegándole una pichicateada más, voy a venderla en bastante más que lo que me costó. Muahaha

Hoy cuando volví de donde fui comprar mi longboard me dirigí a un supermercado que está cerca de acá a comprar un par de víveres. Después de 3 días sin comer como la gente, necesitaba abastecerme de elementos nutricionales. Nadie me dijo, aunque creo que si me dijeron pero no entendí, que el viernes, sábado y domingo estaba todo cerrado. Así que durante esos días mi alimentación se redujo a unos panes de pascua con pasas que hacen para esta fecha y que me despertaron hoy en la mañana con huelga de hambre.

El tema es que cuando llegué me encontré con este artista local en la entrada del lugar haciendo su show. Me calló bien en gracia el viejo, así que le grabé un tema.

Actúa también mi longboard al principio del videoclip.

Se los dejo para cerrar.



Cheers,

Cazador

2 comments:

  1. jajajajaja....tremendo artista!!
    Saludos feña, está entrete tu blog!

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